No todo el papel va al contenedor azul. ¿Cómo reciclar correctamente?

El contenedor azul, como el amarillo, lleva ya 20 años funcionando en nuestro país. Se calcula que existe uno por cada 215 habitantes. Aunque, a priori, este contenedor destinado al papel y al cartón, resulta fácil de distinguir, existen ciertas particularidades con respecto al papel que deberíamos tener en cuenta. ¿Sabías que no todo el papel se deposita en el contenedor azul?

¡Hablemos de buen reciclaje! A continuación os explicaremos estas peculiaridades y algunas recomendaciones para que el reciclaje en el contenedor azul se haga correctamente. Sigue leyendo y verás cómo te sorprenderás. Muchas veces existen prácticas tan habituales e interiorizadas en nuestros hogares que no somos conscientes de que, en realidad, no son correctas para facilitar un buen reciclado.

El papel al contenedor azul, pero ¿qué tipo de papel y en qué situaciones?

Existen dos factores clave para distinguir qué tipo de papel va al contenedor azul y cuál no: su composición y su suciedad. Veamos algunos ejemplos. 

Si hablamos de papel de aluminio o film, éste iría al contenedor amarillo. Por su composición resulta lógico, ¿verdad? No obstante, si necesitamos tirar papel plastificado usado en carnicerías y pescaderías, siempre que sea posible separaremos el plástico por un lado y el papel por otro. Otra opción es verterlo en el contenedor que mayor material posea el envase. Por ejemplo, el envase de papel de pan con una tira central de plástico, iría completo al contenedor azul.

El papel típico de cocina o las servilletas suelen estar hechos de celulosa, un componente vegetal y, por lo tanto, reciclable. ¿A qué contenedor los tirarías…? Debido a que se trata de una sustancia orgánica, en estos casos, siempre que estén sucios de comida o aceite, los depositaremos en el contenedor marrón, de residuos orgánicos. ¡Pero ojo! Si los ensuciamos de materiales químicos como pintura, disolventes o productos de limpieza, deberán ir al gris. 

Por lo tanto, papel plastificado, encerado o parafinado, adhesivo o con restos de pegamento, papel autocopiativo o papel carbón, de fax o fotográfico no deberían depositarse en el contenedor azul, sino que deberían ir al contenedor gris, de restos o rechazo.

Las toallitas, los pañales o productos de higiene íntima, por su composición, tampoco deberían tirarse en el contenedor azul. Todos estos han de ir al gris. 

Otro residuo impropio bastante habitual en el contenedor azul suelen ser los briks ya que, al pensar que están hechos de cartón, consideramos que éste es el contenedor correcto para su transformación. ¡Nada más lejos de la realidad! Los briks de zumo o leche están compuestos por cartón, sí, pero también por plástico y aluminio, y por ello, van siempre al contenedor amarillo. Si quieres profundizar más sobre cómo recilar correctamente en el contenedor amarillo, aquí te lo explicamos.

No depositar contenedor azul

Teniendo en cuenta estas particularidades, ¿qué tipo de papel depositaríamos en el contenedor azul?

  • Folios, libretas, periódicos, revistas, papel de regalo y de envolver.
  • Folletos y sobres (recuerda retirar el plástico de las ventanillas).
  • Cajas, cajas de pizza, piezas de cartón y envases de cartón como el de los cereales, las galletas, las comidas pre-cocinadas y congeladas, la comida rápida, los zapatos…
  • Hueveras de cartón, tubos de cartón del papel higiénico o de cocina.
Si depositar contenedor azul

Recomendaciones generales

  • Para evitar que algunos residuos nos ocupen mucho espacio, tanto en casa, como en el propio contenedor, intenta doblar bien las cajas de cartón, así como cortar los papeles antes de depositarlos. ¡Será más cómodo y fácil!
  • Recuerda no dejar cajas al pie del contenedor sin doblar o desmontar. Si no hay espacio, puedes dejarlas en el siguiente contenedor más cercano.
  • Ahora que en muchos supermercados ya nos facilitan bolsas de papel, ¿por qué no reutilizarlas para depositar este tipo de residuos en casa? De este modo, podrás depositarlo todo junto en el contenedor azul, sin necesidad de sacar los residuos.

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